A Nacho García lo vi tocando en vivo por primera vez el gélido invierno del año pasado, mientras acompañaba a Pablo Malaurie en su presentación en La Dulce. Fue amor a primera vista: me enamoré sin reservas de la cadencia de sus dedos acariciando las teclas, de la felicidad que exuda su gesto cuando hace música, de esa fusión inquebrantable que logra con su instrumento, ese viaje que emprende con la primer nota, al que de a poquito nos invita, casi sin querer.
Y este sábado 20, casi un año más tarde, va a presentarse nuevamente en La Dulce junto a Sebastián Goyeneche en una noche de pianos. No puedo imaginarme un escenario mejor para disfrutar de su Música para Calesitas.
Dejenme compartirles un pedacito de mi sueño. Si esto no les eriza la piel, entonces están muertos: http://nachogarcia.bandcamp.com/
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