lunes, 11 de febrero de 2013

Oh Sugar Sugar


OMG! It’s been ages!

Cuánto tiempo, qué es el tiempo? Sea cual fuere la respuesta para cualquiera de las dos preguntas, no salgo de mi asombro. Como viajando en el túnel del tiempo, me muevo como si estuviera recuperando decenas de fines de semana  perdidos, joven otra vez, inocente, asustada pero plena, insegura pero inconsciente.

Se ve que de mocita me gustaba el quilombo, pero la buena música desde siempre, cosa  que agradezco y celebro con todo el cuerpo. Esta sonrisa gigantísima será nueva o recuperada?

Hay lugares que ofician de santas sedes para esos momentos bisagra donde asistimos a nuestro propio renacimiento, cuando resurgimos de las cenizas que quedaron después del incendio que quema el corazón y la cabeza.

Años a, después de ese apocalipsis personal, tuvo lugar el bautismo y la bienvenida a otra de mis 7 vidas, y este fue el templo donde el ritual se inició.

Visitarlo de nuevo fue recuperar la valentía, o la alegría, no sé bien, es tan delgado e incierto el límite que las divide. Por eso le comando a mi cuerpo que deje de moverse un momento y cierro los ojos, me persigno y rezo: por muchos más templos, cientos de bautismos, miles de encuentros.

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