domingo, 2 de junio de 2013

¡Qué no nos corten el mambo! - Sesiones Antropoéticas en Guebara



Todavía trato de rearmar el rompecabezas que es mi cabeza, porque en Guebara la música, gloria infinita, de Strassburger y la ronda de lectura me la destrozó.
Rosario Bléfari nos entrega el tesoro de sus textos de los 19, mecanografiados y desnudos. Segundo viaje que hago en la semana a los albores de la pubertad. Dulzura traslúcida, le rezaría a las cuentas de su nombre por más poesía así. Gustavo Álvarez Núñez comparte epifanías, y no puede menos que ahorrarse la definición. Nora Lezano, abeja reina, agita la colmena y se me llena la panza de abejas zumbando, abismo adentro del abismo. Un manifiesto celestial. La performance de Luis Aranosky mantiene a todos mis sentidos bien alerta, y veo venir el instante preciso en el que sus textos comandan a todas las abejas que quedaron bailando que claven sus aguijones, desde la panza subiendo hasta la boca. La lengua llena de llagas. La voz agujereada, pero estallando.
No es que vaya a decir nada nuevo para nadie, pero sagrada sea la comunión de la música y la poesía. ¡Qué no nos corten el mambo! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario