Estamos acomodados en el Patio del Konex, disfrutando de la brisa tibia que corre a duras penas. Músicos con las manos y las espaldas cargadas de instrumentos van llegando, las bandas desarmadas, en todos los sentidos. Cruzan el escenario, pero por abajo. La pequeña masa que somos los ve llegando, juntándose, re-armándose. Y de eso se trata la caída de la media tarde en el Music Is My Girlfriend que sigue, más o menos, de la siguente manera:
MORBO Y MAMBO
La receta consiste en mezclar unas cucharadas de rock con otras de dub, una pisca de afro-punk y una vez disueltos y bien integrados todos los ingredientes musicales obtenemos como resultado una banda como Morbo y Mambo, la instrumental que puede bien acompañar una tarde de sábado veraniega, birrita y maní.
107 FAUNOS
La promesa se cumplió, y por fin estoy viendo la banda de la que tanto oí hablar en lo que va del año. Llego a los pies del escenario llena de prejucios que se disipan enseguida cuando escucho sus canciones, un pop rústico que me obliga a moverme en el lugar, mecerme de izquierda a derecha apenas, y olvidarme de las preocupaciones absurdas, la lista de invitados para Navidad.
Me escabullo entre los seguidores funamentalistas para rodearme de jóvenes sudados, haciendo pogo y mosh (otra vez!) y termino de captar la escencia faunil: flores brotando en la estación del indie pop-rock.
LOS REYES DEL FALSETE
Los niños mimados de Triple RRR con sus bigotes intimidantes, sus remeras demodé y sus cortes de pelo tan The Big Bang Theory toman el mando del escenario del patio y arrancan con un tema instrumental para ponernos en órbita. De todas formas, enseguida se colma el aire de su sonido histriónico y digital y los agudísimos falsetes no tardan en llegar. Cuando toca el turno de Hazlo Por Los Niños ya todos entendimos de qué viene la cosa y la cumbita falseta no nos agarra por sorpresa.
Seguro, de lo más moderno que se va a estar presentando en el Festival.
normA
Uff! Hace años que los vi en vivo y me enamoré al instante. Pero fue de esos amores que duran la fugacidad del primer y único encuentro.
PUNK! Me habré dejado endulzar los oídos por la batería tajante, por las cuerdas enchufadas a todo volumen, por los gritos desesperados de una generación ya muerta y enterrada en los jardines aledaños al rock.
No voy a bajar el disco para escucharlos en mi MP3 cuando voy camino a la Reserva Ecológica de Costanera Sur, pero algo de la fuerza de ese amor primitivo vive aún en mi corazón. Entonces, me suelto el pelo y agito mi cabeza batiendo de arriba-abajo de abajo-arriba lo que queda en ella de punk. normA sigue despertando el instinto adolescente que el paso de los años no disipa en mi.
Uff! Hace años que los vi en vivo y me enamoré al instante. Pero fue de esos amores que duran la fugacidad del primer y único encuentro.
PUNK! Me habré dejado endulzar los oídos por la batería tajante, por las cuerdas enchufadas a todo volumen, por los gritos desesperados de una generación ya muerta y enterrada en los jardines aledaños al rock.
No voy a bajar el disco para escucharlos en mi MP3 cuando voy camino a la Reserva Ecológica de Costanera Sur, pero algo de la fuerza de ese amor primitivo vive aún en mi corazón. Entonces, me suelto el pelo y agito mi cabeza batiendo de arriba-abajo de abajo-arriba lo que queda en ella de punk. normA sigue despertando el instinto adolescente que el paso de los años no disipa en mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario